Fue un verdadero error, desde la dirección del club están asombrados. El primer martes que no iba a haber entrenamiento, el capitán Pepo hablaba con un tal Pumuky sobre la existencia o no de entrenamiento. Eran las 3 de la tarde y a los dos no les gustaba la idea de pasarse un martes sin corretear tras el balón ovalado. El caso es que a las 6 de la tarde en el campo de deportes se juntaron del orden de 10 jugadores más 3 o 4 entrenadores, las leyendas cuentas que fueron más, pero la realidad fue esa.
La experiencia tampoco fue una maravilla que digamos, pues los chavales querían contacto y los entrenadores querían divertirse. El caso es que a partir de ese momento la dirección del club no salía de su asombro, pues los martes y viernes ha habido en el campo de Rugby de Soto del Real del orden de una veintena de personas y siempre diferentes.
Han acudido regularmente los jugadores del club, que han encontrado algo que hacer en las tardes de verano que no sea una consola, una televisión, la permanente piscina o la eterna salida con los colegas. Incluso han tenido una excusa para no estudiar los cates de Junio. ;-)
Pero lo asombroso es que ha venido gente del CRC, esos hermanos Nodrid, señores "adultos" que no sabíamos que existían en Soto y como no... los amiguetes del kiwi. Hasta han aparecido nuevos polskis.
Por momentos en el campo había situaciones en las que no había otra forma que expresarse en inglés, tal era la cantidad de gente de todas partes del mundo que han venido con nosotros.
Y que decir del señor don Jesús "Tarugo" Márquez que con la ilusión de un colegial no ha faltado un solo día. Sinceramente Gracias.
Por todo ello solo queda dar las gracias a todo el mundo y en especial a nuestro deporte el Rugby. Algo tiene que tener para atraer y enamorar a tanta gente que lo prueba.
